En Louyang visitamos una aldea. Allí vivía una de las pocas ancianas chinas con pies de loto.
Esta mujer vivía en una casa cueva donde las habitaciones estaban escavadas alrededor de un patio central.
Usaba zapatillas normales debido a las superficies sobre las que tenia que caminar.
Es curioso como esta costumbre tuvo una vigencia de dos mil años. Se realizaba en niñas de 4 años, antes de esta edad hubiera imposibilitado a la niña para poder andar, pero a partir de esa edad… los pies se reducían pero posibilitaban el movimiento ,aunque como es lógico las mujeres no podían caminar de forma normal sino dando pasitos.
Cuando la niña tenia 4 años de edad, la madre doblaba hacia dentro los dedos de los dos pies en forma de cuña y los vendaba. Comenzaba así la tortura para la niña, la cual sufría dolores tremendos. Finalmente y con los años los pies quedaban reducidos al haberse fragmentado los huesos.
A partir de 1911 comienzan las protestas contra esta bárbara costumbre y con la revolución cultural queda totalmente prohibida esta práctica.
